lunes, 4 de mayo de 2015

Mahatma Gandhi escribe sobre el Baghavad Gita

El Guita muestra el camino hacia la perfección integral a través de la vida diaria normal.
Es un evangelio de la acción purificada que conduce a la iluminación. Cabe señalar, que el término Guita significa “canto”, Bhagavad expresa la suprema Realidad.
Todo el poema respira un profundo misticismo, con fórmulas poéticas que recogen la flor de la especulación metafísica y religiosa de la India. A la vez, el segundo capítulo, en lugar de enseñarnos las reglas de la guerra material, nos dice cómo puede ser reconocido un hombre perfecto.
En el Hinduismo la encarnación es atribuida a aquel que ha realizado algún servicio extraordinario a la humanidad. Toda vida personificada es en realidad una encarnación de Dios. Esta creencia en la encarnación es un testimonio de la elevada ambición espiritual del hombre. El hombre no está en paz consigo mismo hasta que llega a semejarse a Dios. El esfuerzo por alcanzar este estado es la suprema ambición. Por otro lado, la autorrealización es el objeto del Guita: mostrar el mejor camino para obtenerla. Este camino es la renuncia a los frutos de la acción.
Por la acción desinteresada; por la renuncia a los frutos de la acción; dedicando todas las actividades a Dios, entregándose a Él en cuerpo y alma el hombre podrá obtener la salvación.
La renunciación no se obtiene por una proeza intelectual, se obtiene solamente por un continuo agitar del corazón; es necesario el verdadero conocimiento. Para que el conocimiento no vaya sin rumbo, el autor del Guita insiste en que vaya acompañado de devoción y da a ésta el primer lugar. Esta devoción no es un mero culto de labios, es una lucha con la muerte.
La devoción Guita no tiene nada que hacer con lo externo. Un devoto puede usar rosarios si lo desea, marcas en la frente, hacer ofrendas, pero estas cosas no son la prueba de su devoción. Un devoto es el que no siente celos de nada, el que es una fuente de compasión, el que no tiene egoísmo, el que recibe igual el frío y el calor, la felicidad y la desgracia, el que siempre perdona, el que siempre esta contento, cuyas resoluciones son firmes, el que ha dedicado su mente y su alma a Dios, el que no causa temor, el que no teme a los demás, el que esta libre de regocijo exagerado, penas y miedos, el que es puro, el que se entrega a la acción pero no es afectado por ella, el que renuncia a todos los frutos buenos o malos, el que trata igual a amigos y enemigos, el que no se deprime si la gente habla mal de él, el que ama el silencio y la soledad, el que tiene una mente disciplinada. Ser un verdadero devoto es realizarse a sí mismo. Con el conocimiento y devoción no podemos comprar la salvación ni la esclavitud. No son medios de cambio. Son en sí mismo lo que se necesita. La salvación del Guita es la paz perfecta.
Para que sean verdaderos el conocimiento y devoción, tienen que resistir la prueba de la renuncia a los frutos de la acción.
El Guita dice: “Haz el trabajo que te corresponde pero renuncia a sus frutos, sé desapegado y trabaja, no tengas deseos de recompensa y trabaja”. El que abandona la acción cae. El que abandona solamente la recompensa se eleva. Pero la renuncia a los frutos de ninguna manera significa indiferencia por el resultado.
Por otro lado, renunciación significa ausencia de ansia por los frutos. El que renuncia recibe mil veces más. La renuncia del Guita es la dura prueba de la fe.
Al tratar de poner en práctica en nuestra vida las enseñanzas del Guita, uno esta obligado a seguir la Verdad y la No violencia. Cuando no hay deseos por los frutos, no hay tentación por lo falso o lo violento.
El conocimiento esta más allá de mero intelecto, esencialmente, está dirigido al corazón y puede ser comprendido con el corazón.

Brahman es el principio indestructible, lo supremo y lo eterno, el absoluto, el yo soy universal. Atma es el espíritu en el hombre. Karma, como acción, es la fuerza de la creación a partir de la cual toma vida todo lo que existe, porque es el que impele a aprender y evolucionar. Karma, generado por nuevas acciones, es el motivo por el que todo nace y renace.
La concentración es mejor que el mero esfuerzo, y aún mejor es la meditación, pero aún por encima está la entrega por amor, el servicio desinteresado, por que las consecuencias de la entrega es la paz.
Quien reconoce como idénticos al Dios existente en sí mismo y al Dios que late en todo lo creado, no hiere a otros, convirtiéndose en un sanyasin, por que en ello se ve a sí mismo y de este modo, con seguridad alcanza la Meta Suprema, hacerse uno con Brahman.
A la liberación conducen las virtudes espirituales. El hombre de naturaleza demoníaca careciendo de principios, ignora que es lo que se debe hacer y que es lo que no se debe hacer; su corazón es impuro, su conducta irreverente y miente sin reparo, el temor y la preocupación le acosan durante toda su vida. Su única meta es gozar de los placeres sensuales. Acosado con pensamientos impuros, se esclaviza en las redes de la ilusión.
                                  Mahatma Gandhi

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