Nacimos con el condicionamiento de que somos este cuerpo y esta mente. Creemos que fabricamos nuestros pensamientos. Eso nos hace sentirnos separados de la verdad, por la idea equivocada sobre quienes somos. Pensamos que debemos realizar una práctica esforzada para alcanzar la libertad. Libertad entendida como desprendernos de la necesidad compulsiva de pensar. De alcanzar la nueva conciencia. La verdad es muy simple. Pero quien busca la verdad es complejo. Porque el buscador de la verdad se interpone en su propio camino. Porque cree en muchos conceptos que agregan dificultades y se enreda en sus propios tejidos mentales. Vivimos en la idea de quien creemos ser y no en la verdad de quien somos. Una especie de autorretrato pintados por nuestros conceptos y presunciones. Estar en el aquí y ahora. Reconocer este único momento. La vida no se compone de una sucesión de un instante tras otro sino sólo de éste, en el que lees estas líneas. No pongas tu mente delante. Ella sólo reproduce recuerdos y sólo hace repetir los resultados ya trillados. Crea división, compara, produce ansiedad o depresión. Te da la sensación que siempre falta algo. Siempre está proyectando en un futuro imaginario. Ese futuro nunca va a ser alcanzado, porque sólo existe el ahora. Cuando haces las paces con el momento presente comienza el camino hacia la verdad, hacia tu ser interior. En la quietud de la mente encontrarás todas las respuestas. Nissagarta Maharaj tiene una frase maravillosa para describirlo "
El ser real de usted no es inquieto pero su reflejo en la mente así lo parece puesto que la mente misma es inquieta. Es como el reflejo de la luna en el agua movida por el viento." @SV
