domingo, 19 de junio de 2016

Las Crisis y el Caos

"Un paso de mil millas, comienza con un sólo paso"
                                           Lao Tsé
Cuando un suceso nos sacude, nos saca del lugar de confort, o de conformismo, es cuando es necesaria la acción. Hay una ruptura del escenario donde actuábamos, donde y como se desarrollaba nuestra vida. Las crisis son un cambio de paradigma. Puede aflorar el coraje, la voluntad, el deseo de. Es necesario movernos. La vida nos está invitando a crecer. Puede aparentar un caos, pero sólo si lo vemos desde nuestra mente y nuestro ego, que nos hace ver como separados de todo. Si tenemos una mirada más profunda, dentro de ese aparente caos hay un orden. Nada en la naturaleza y el universo sucede porque sí. Todo en la vida es efímero, transitorio y se da naturalmente, aunque pretendamos experimentar seguridad. Estamos acostumbrados que una crisis lleva implícita una carga de dolor y sufrimiento. Una pérdida, una ruptura o una mala experiencia nos hace encogernos, achicarnos, querer dejar de sufrir. Nos acobarda, nos comprime y entonces no vemos o no nos animamos a ver las nuevas oportunidades que la vida nos presenta. El miedo o el dolor nos paralizan.  Como eso lo metemos dentro y no lo enfrentamos, no lo observamos y no lo asumimos como lo que es, se puede enquistar en nosotros. Si tomamos esa crisis como un punto de inflexión, como una bisagra para experimentar un nuevo modo de mirar el presente, de abrirnos a lo que la vida nos depara veríamos que el pasado es sólo un recuerdo, una anécdota y que está presente sólo porque fijamos nuestra atención en él. Si nos enfocamos, si dejamos que nuestra voluntad, esa que proviene de nuestro interior, aflore nos impulsará, no donde pusimos nuestras expectativas, sino a nuestro verdadero destino dejando que él se manifieste y nos haga vivir la experiencia por la cuál vinimos a este mundo. Vinimos con un propósito. Esas crisis mueven nuestros cimientos, expanden nuestro horizonte y permiten que desarrollemos otras capacidades y potencialidades. Podemos pasar como decía San Agustín por la noche oscura del alma, pero toda oscuridad es un tránsito hacia la luz.@SV 

domingo, 12 de junio de 2016

La Mariposa Azul

"Dos niñas, con la curiosidad propia de su edad fueron a pasar sus vacaciones a casa de un viejo sabio. Respondía a cada pregunta que le hacían sin dudar. Las niñas buscaron la forma de engañarlo haciéndole una pregunta que el no podría responder. Para ello se valieron de una mariposa azul que cazaron en el campo. Una de ellas encerraría a la mariposa entre sus manos y preguntaría si estaba viva o muerta. Si dice que está muerta abriré mis manos y la dejaré volar. Si dice que está viva la apretaré fuerte y la aplastaré. Cuando abra mis manos estará muerta. Así, cualquiera sea su respuesta se equivocará. Las niñas fueron en busca del sabio y lo encontraron en meditación. Tengo una mariposa en mis manos, está viva o muerta? preguntó la niña. El sabio sonrió y calmadamente dijo: "eso depende de ti, ella está en tus manos". Nosotros tenemos también una mariposa azul en nuestras manos. Es nuestra vida, y podemos elegir como queremos vivirla y más importante aún es que sensación decidimos experimentar ante los sucesos que se desarrollan en ella. Buscamos respuestas en los demás como las niñas? Nos abrimos a la vida con la libertad del vuelo de la mariposa o aplastamos nuestros sueños en función de las opiniones externas? El viejo sabio tenía todas las respuestas, no por viejo, no por sabio, sino porque se había transformado. Como la oruga dejó la idea de ser quien era, de los apegos a sus costumbres, a su conformismo, a su identidad. Se animó a soñarse a si mismo. Se hizo capullo para adentrarse en sus profundidades internas y cuando estuvo listo desarrolló sus alas. Abandonó sus miedos. Cambió a las hojas por el néctar de las flores, de arrastrarse y reptar a volar, del verde a los más hermosos y brillantes colores. Como dijo el viejo sabio "está en tus manos, depende de ti". @SV